Hoy en día, Yucatán, un estado con gran riqueza ecológica y cultural, se enfrenta a un proceso rápido y masivo de planeación y construcción de parques eólicos y fotovoltaicos de gran escala, como resultado de las metas establecidas por el gobierno federal mexicano para la generación eléctrica a partir de fuentes renovables. Tales metas son carentes de un proceso de planeación estratégico e integral, de modo que, aterrizadas a nivel estatal, están poniendo en riesgo ecosistemas únicos de gran biodiversidad, con servicios ambientales importantes a niveles local y regional. También se está aumentando la vulnerabilidad de las comunidades ante desastres naturales, tales como huracanes, e incluso a efectos del cambio climático global. Adicionalmente, se tienen registros de violación de derechos humanos y colectivos de las comunidades mayas.
Recientemente, en colaboración con GeoComunes, se ha hecho un esfuerzo por incluir estos proyectos energéticos en el geovisualizador de la Península de Yucatán, junto con otros proyectos de infraestructura, incluyendo el Tren Peninsular.